
En YANA Chocolatería producimos nuestro propio cacao fino de aroma, cultivado con dedicación en una plantación 100% orgánica.
Seleccionamos cuidadosamente las mejores mazorcas y cuidamos cada detalle desde el cultivo hasta la cosecha, respetando los tiempos naturales de la tierra.
El fermentado es una etapa clave en la creación de nuestro chocolate: aquí se revelan los aromas y matices que definirán su sabor final. Cada grano pasa por un proceso artesanal que potencia su esencia y garantiza una calidad excepcional.
Luego, realizamos un secado natural al sol, que permite conservar los aromas y sabores del cacao, evitando defectos y asegurando un perfil equilibrado y auténtico.
Solo después de este cuidadoso proceso, nuestro cacao está listo para transformarse en el chocolate que lleva la esencia de YANA: sabor, historia y pasión.
